Pues escucha (lee) esto.
En 2023 Google ofreció $23.000 millones de dólares para comprar Wiz.
Wiz dijo que no.
Siempre he escuchado que si hay alguien interesado en comprar que hay que vender.
¿Tú qué qué hubieras hecho?
Sí. Yo lo mismo.
1 año después Wiz fue finalmente adquirida por Google por $35.000 millones.
Sí, le sacaron 12 mil millones de dólares más por tener paciencia y saber decir que no. Y otros motivos que no desarrollaré aquí.
¿Tú qué habrías hecho si eres el dueño de Wiz?
Si tú tuvieras una empresa de eventos o bodas, y alguien te ofreciera una cantidad “abrumadora” por tu trabajo, tu tiempo y tu producto…
¿Dirías que sí solo por tener algo seguro?
¿O dirías que no, porque sabes que aún no estás en tu punto más alto?
¿Qué venos cada semana en nuestro sector?
Profesionales que bajan precios para cerrar rápido.
Aceptando condiciones absurdas para “no perder al cliente”.
Decimos sí a cualquiera, solo por llenar el calendario.
Tenemos ese miedo.
El miedo a no vender.
El miedo a perder esa “oportunidad única”.
El miedo a que no vuelva a sonar el teléfono. O a recibir una petición por mail.
Pero si quieres construir una empresa sólida en este sector —no solo sobrevivir de evento en evento—, necesitas tener el coraje de decir no a tiempo.
Porque si aceptas a todos los clientes, te llenas de los equivocados.
Y si te llenas de los equivocados, no tienes espacio para los que sí van a hacer crecer tu negocio.
El cliente que regatea siempre cuesta más de lo que paga. Empieza negociando una rebaja y termina pidiendo más de lo acordado.
El que no valora tu trabajo, luego se queja del precio, del servicio, de todo.
Y lo peor es que, mientras le das tu tiempo a él, estás perdiendo oportunidades de trabajar con quienes sí lo aprecian.
Wiz no tenía garantías de que Google volviera.
Ni de que alguien más les ofreciera más dinero.
Lo que sí tenían era visión.
Confianza en su producto.
Y la seguridad de que, si seguían haciendo las cosas bien, lo mejor estaba por venir.
¿Puedes decir lo mismo de tu empresa de eventos?
Porque si lo que haces es bueno, y tú lo sabes, no necesitas aceptar lo primero que llega.
Solo necesitas paciencia. Y estrategia.
Así que la próxima vez que te llegue una propuesta que “no está mal” pero que no te llena…
Respira.
Revisa.
Y si no te acerca a donde quieres estar:
Di que no.
Como hizo Wiz.
Y míralos ahora.
Japi Dei.